DE AQUELLOS BARROS ESTOS LODOS. José Antonio Pérez Acacio

José Antonio Pérez Acacio.//  Es curioso lo que pasa en Caravaca de la Cruz con los colegios de Educación Primaria y la admisión de los alumnos y alumnas. Mientras a unos centros se les ha permitido crecer de forma cuasi monstruosa a costa del despilfarro del dinero público a otros se les condena al mayor de los olvidos, desprecios y latrocinios. Es más, se dicen tantas estupideces que uno tiene que agarrarse a la silla (o sillón) para no mandar muy lejos a quien proclama tamaños disparates. Y es que como dice una buena amiga, la ignorancia es muy atrevida. Aunque aquí habría que añadir otros adjetivos que por decoro prefiero omitir.

despilfarro del dinero público

La concesión de la tercera línea al colegio de la Santa Cruz es una consecuencia de lo que digo. Igualmente y en los mismos términos, o peores, me puedo referir a ese crecimiento disparatada del colegio Cervantes y a la asignación de su tercer línea. Quiero dejar claro, que una vez cometido el "delito" por la administración competente no voy a criticar ni censurar la ampliación a tres líneas de ambos centros. Al igual que un animal herido sólo queda tirar hacia adelante, aunque suponga un dislate de amplias proporciones.

Nunca se tendría que haber permitido este aumento de líneas  habiendo un centro cuasi vacío en nuestra población. No hay que olvidar que este problema viene de lejos y que poco o nada se ha hecho para evitar esta injusticia. No hay que olvidar tampoco la bajada continua de pantalones de la Consejería de Educación cuando de enfrentarse con los padres se trata. Un caso escandaloso lo tenemos en la admisión de alumnos en el Basilio Sáez sin tener espacio físico para ello. El problema era que ciertos padres y madres no querían que sus vástagos recibieran clases en ese centro "maldito" que no es otro que el colegio San Francisco.

Ampliaciones tras ampliaciones. Masificaciones tras masificaciones. ¿Alguien me puede explicar cuándo terminará esto? Porque si los padres y madres vamos a seguir matriculando a nuestros hijos donde nos plazca, la respuesta está clara. NUNCA. Es más, parece un insulto a la inteligencia que habiendo un centro PÚBLICO donde llevar a los niños se permitan ampliaciones disparatadas y gravosas de otros colegios para satisfacer los gustos (no sabría cómo calificarlos) de los "reivindicativos" padres y madres. La solución, por estos y otros motivos, pasa porque los padres deban matricular a sus vástagos en los centros que tengan más cercanos a sus hogares. El que no lo quiera así, pues para eso están los privados o concertados. En Caravaca no hay privados, pues a buscar por ahí el centro soñado. Que por soñar...

Como dijo Confuncio "donde hay educación no hay distinción de clases". Por lo que aquí se ve, sí que las hay. Saque usted sus propias conclusiones.