Miguel H.V. |
Miguel Hernández Valverde. // Es inadmisible como Mariano Rajoy está metiendo el miedo en el cuerpo a cientos de miles de empleados públicos, especialmente a laborales e interinos.
No es de recibo como se está jugando con las personas, eso de anunciar con varios días de antelación que habrá 'muertos' en las administraciones públicas sin especificar, es cualquier cosa menos de ser buena gente. El próximo VIERNES 13, quedará marcado para muchos empleados públicos como el día en el que el Consejo de Ministros firmó su finiquito laboral.
Sólo así se entiende por qué muchas noticias están dirigidas a llamar la atención del alarmante descenso que se está produciendo en el consumo (turismo, comercios, hostelería.....).
¿Quién en su sano juicio, interino, fijo, estatutario o laboral, da igual, va a consumir alegremente?. Si uno no sabe si mañana le bajarán el sueldo un 5%, le quitarán la paga extra, o lo echarán a la puta calle.
Uno puede estar de acuerdo o en desacuerdo con la política económica del PP, incluso podríamos discutir la privatización de parte del sector público, pero lo que no es de recibo es tener como armas argumentales el miedo y la amenaza, y eso es precisamente con lo que mucha gente del partido popular está jugando.
El otro día me preguntaron que a fecha de hoy que opinaba de Mariano Rajoy.
DESIDEA. Pintura de: Aurora Santander |
- Dame un listo al que engañar que a un tonto al que entender, respondí.
Mientras todo esto ocurre, en Caravaca la desidia y el desánimo han decidido instalarse cómodamente. Ni hay indicios de apostar por un GRAN PACTO MUNICIPAL POR EL EMPLEO, ni los Empresarios dan el crucial paso de unirse y tener una sola voz, y la oposición hace apenas daño a un gobierno municipal que anda como alma en pena buscando financiación en el desierto.
Lo peor que le podría pasar a esta ciudad, es que la apatía se quedara a vivir un tiempo en la conciencia colectiva de los ciudadanos caravaqueños. Y la cosa no está como para ir de velatorio.
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